Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
Antes de decidirte a crear una obra debes de evaluar la calidad de su propuesta y la viabilidad de ejecutar la misma. Esto con el propósito de determinar si vale la pena ser creada y no desperdiciar tus recursos en una obra que no lo valga.
La primera prueba consiste en determinar la calidad de la propuesta detrás de tu obra. Es decir, qué tan interesante es y qué tanto aportará a la conversación del tema que quieres tratar con tu trabajo.
Como lo comentamos antes, es necesario que tengas una propuesta muy poderosa para aspirar a que tu obra también lo sea. Sin una buena propuesta, es imposible que tengas una buena obra, pues ésta no contará con algo poderoso que transmitir.
Así que antes de empezar a trabajar, debes de asegurarte que tu propuesta sea lo suficientemente poderosa para que tu trabajo valga la pena.
Por otro lado, la segunda prueba consiste en analizar la viabilidad de tu obra. Es decir, qué tan factible es realizarla.
Es imposible negar que cada proyecto conlleva un costo económico y de tiempo. Así que antes de empezar un trabajo, debes de evaluar y estimar cuánto te costaría hacerlo para saber si cuentas los recursos necesarios y si éste justifica tu inversión.
El realizar estas dos pruebas te llenará de confianza, pues si tu obra es capaz de pasarlas, entonces podrás empezar a trabajar en ella con la seguridad de que es un proyecto vale la pena ser creado.