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El blog de Roberto


Ripley: un thriller que se disfruta lento y sin color

Tue, Mar 25, 25
Ripley: un thriller que se disfruta lento y sin color

Esta semana terminé de ver Ripley, la serie original de Netflix, y me dejó una impresión muy favorable.

Se trata de un thriller con una narrativa elegante, pausada, pero sumamente precisa. Lo que más me atrapó, más allá de la trama, fue su propuesta estética: la fotografía es impecable. Toda la serie está filmada en blanco y negro, una elección poco común en la televisión contemporánea, que aporta una atmósfera sombría, sofisticada y enigmática. Por momentos, se siente más cercana al cine de autor que a una serie convencional, y eso la hace aún más interesante.

Andrew Scott —a quien muchos recordarán por su papel en Fleabag— interpreta a Thomas Ripley con una intensidad que resulta inquietante. Su actuación es tan convincente que en varios momentos llegué a dudar si no estaba frente a un verdadero sociópata. Es un personaje que genera una extraña empatía, pero que al mismo tiempo incomoda, lo cual habla del nivel actoral que Scott demuestra en cada escena.

Esta historia ya había sido llevada al cine en The Talented Mr. Ripley (1999), dirigida por Anthony Minghella y protagonizada por Matt Damon. Tras ver la serie, me surgió la curiosidad de ver aquella versión para comparar ambas interpretaciones del personaje.

Tanto la serie como la película están basadas en las novelas de Patricia Highsmith, una autora que escribió cinco libros con Thomas Ripley como figura central. Por ello, no sería descabellado pensar en futuras temporadas si esta adaptación tiene una buena recepción.

Otro aspecto que me pareció muy atractivo fue el contexto temporal. Ripley está ambientada en Italia en la década de los cincuentas. No hay celulares, ni redes sociales, ni tecnología digital que interrumpa el ritmo de vida de los personajes. Todo se desarrolla con una cadencia más lenta, más contemplativa, más humana. Ver a los personajes escribirse cartas, recorrer callejones silenciosos o tomar café sin distracciones genera una sensación de nostalgia por una época en la que la vida parecía más simple y menos acelerada.

En resumen, Ripley me pareció una serie sobresaliente. Si están en busca de un thriller distinto, con una estética muy cuidada y una narrativa que se cuece a fuego lento, esta es una excelente opción. Es de esas historias que no necesitan gritar para dejar una huella.

Les comparto el tráiler, aunque, como siempre, les sugiero no verlo: revela más de lo que debería.

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Nosferatu

Tue, Mar 18, 25
Nosferatu

Esta semana, por fin vi la última película de Robert Eggers: Nosferatu. Se trata de una cinta de terror gótico que retoma el mito del vampiro y lo entrelaza con un drama cargado de simbolismo y profundidad. La historia es una adaptación que fusiona dos relatos icónicos: Nosferatu (1922), el clásico del cine expresionista alemán dirigido por F. W. Murnau, y Drácula de Bram Stoker, la obra literaria que sentó las bases del vampiro moderno. Eggers logra transformar estos referentes en una pieza original que respeta la tradición, pero la reinterpreta con su propio sello visual y narrativo.

Uno de los aspectos más destacables de la película es la interpretación de los protagonistas. Willem Dafoe, junto con los actores que dan vida a los vampiros, aporta una riqueza impresionante a la historia. La presencia de estos grandes intérpretes eleva la atmósfera del filme, dotándolo de una sensación de misticismo y fatalidad que solo puede lograrse con un elenco de primer nivel.

Más allá del terror, Nosferatu funciona también como una reflexión sobre la sexualidad femenina y el estigma social que existía —y aún persiste en algunas formas— en torno al deseo y la transgresión de las normas impuestas por la moral de la época. En la historia, el deshonor que implicaba para una mujer haber estado con un hombre fuera del matrimonio se convierte en el detonante de los conflictos y tragedias que enfrentan los personajes. La película nos invita a cuestionar cuánto ha cambiado realmente esta percepción en la actualidad.

Otro aspecto fascinante es la ambientación en una época pasada —probablemente el siglo XIX— y el uso del lenguaje que refleja los miedos de aquella sociedad. En nuestra era, marcada por la revolución tecnológica, el terror muchas veces se manifiesta a través de distopías futuristas, inteligencias artificiales y amenazas digitales. En contraste, en tiempos anteriores, los temores estaban profundamente ligados a la religión y al misticismo, con explicaciones que giraban en torno a castigos divinos y fuerzas sobrenaturales. Eggers captura esto de manera magistral: los diálogos se sienten auténticos y coherentes con la época, lo que seguramente representó un reto importante para los actores al memorizarlos y transmitirlos con naturalidad.

En definitiva, Nosferatu es una película que vale la pena ver. Como seguidor del cine de Robert Eggers, puedo decir que su filmografía sigue consolidándose como una de las más interesantes dentro del cine contemporáneo de terror y suspenso. Con cada proyecto, demuestra su capacidad para crear atmósferas envolventes y relatos que trascienden el género.

Aquí les comparto el tráiler, aunque, como siempre, les recomiendo evitarlo y disfrutar la película sin expectativas previas.

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Dark

Tue, Mar 11, 25
Dark

Hace unos días terminé de ver la serie alemana Dark, y sin duda se ha convertido en una de mis favoritas. La serie explora el misterioso pueblo de Winden y a sus habitantes, quienes parecen estar atrapados en un ciclo inescapable, casi como si una maldición los condenara a repetir los mismos eventos una y otra vez.

Lo que más me fascinó fue la manera en que la serie aborda los posibles problemas derivados del uso de la energía nuclear, más allá de su asociación con la creación de bombas atómicas o su potencial destructivo. Dark presenta la energía nuclear como un elemento capaz de influir en el espacio-tiempo, abriendo la puerta a teorías fascinantes sobre su impacto en la estructura misma del universo.

La narrativa de la serie está construida sobre los principios de la física y sus límites, utilizando estos conceptos como cimientos para desarrollar una historia envolvente. A medida que la trama avanza, la historia transita de manera orgánica hacia la mecánica cuántica, lo que permite cerrar la historia de una forma sorprendentemente coherente y filosóficamente rica.

Otro aspecto que destaca es la dirección de fotografía y el diseño sonoro, que contribuyen a la atmósfera inquietante y melancólica de la serie. Cada plano está cuidadosamente compuesto, y el uso del color y la iluminación refuerzan la sensación de que el tiempo es un ente con vida propia. La banda sonora y los efectos de sonido complementan esta sensación, sumergiendo al espectador en una experiencia casi hipnótica.

Si buscas un thriller psicológico con una narrativa compleja, personajes multidimensionales y una exploración profunda sobre la naturaleza del tiempo y la causalidad, Dark es una serie que definitivamente debes ver. No es solo una historia de viajes en el tiempo; es una reflexión sobre el destino, la identidad y las consecuencias de nuestras decisiones.

En conclusión, esta serie fue una grata sorpresa. Más allá de su impecable ejecución narrativa y técnica, me dejó reflexionando sobre los riesgos del desarrollo nuclear desde una perspectiva que nunca había considerado. Sin duda, una obra maestra que vale la pena ver más de una vez para captar todos sus matices.

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El Aprendiz

Tue, Feb 25, 25
El Aprendiz

Esta semana vi la nueva película sobre Donald Trump, titulada The Apprentice. La cinta ha generado mucho revuelo y está considerada para varios premios Oscar este año. La verdad, me gustó bastante.

Las interpretaciones de Sebastian Stan como Donald Trump y Jeremy Strong como Roy Cohn son el alma de la película. Ambos actores logran capturar la esencia de sus personajes con una intensidad notable, lo que hace que la experiencia sea envolvente y reveladora. A través de su actuación, podemos ver cómo se construye la imagen pública de Trump y cómo la influencia de Cohn moldeó su carácter y sus estrategias en el mundo de los negocios y la política.

La película se centra en los primeros años de la vida de Trump, especialmente en su relación con Roy Cohn, un abogado y estratega político conocido por sus tácticas agresivas y su asociación con figuras de poder. The Apprentice retrata esta relación como un auténtico “paso de la antorcha”, en el que Cohn le transmite a Trump una serie de principios que definirían su conducta y sus decisiones en las décadas siguientes. Aunque en ciertos momentos la película parece exagerar algunos eventos o dramatizar situaciones de forma más hollywoodense de lo que probablemente ocurrieron en la realidad, el resultado final es efectivo.

Una de las decisiones narrativas más interesantes de la película es su enfoque en la etapa formativa de Trump, sin profundizar en su carrera política más allá de algunas menciones sobre su ambición de llegar a la Casa Blanca en el futuro. Esto le da mayor coherencia al título, The Apprentice, en donde literalmente vemos a Trump aprendiendo a ser Trump.

Otro aspecto relevante que la película pone en primer plano es la conexión entre los negocios y la política en Estados Unidos. Muestra cómo las prácticas de lobbying, que en muchos países se considerarían corrupción, son legales y una parte fundamental del sistema estadounidense. Esto refuerza la idea de que las grandes fortunas y el poder político están entrelazados de una manera casi inseparable.

A pesar de lo lograda que está la película, tiene algunos momentos en los que simplifica demasiado ciertos aspectos de la historia, como en la escena donde Roy Cohn le transmite a Trump tres reglas que, supuestamente, guían todas sus acciones futuras. Aunque esto funciona como un recurso narrativo para condensar su influencia en una escena concreta, la realidad seguramente fue mucho más compleja.

En general, The Apprentice me pareció una película entretenida, relevante y bien ejecutada. Es una exploración interesante del personaje de Trump desde una perspectiva cinematográfica, con grandes actuaciones y un guion que, aunque dramático en ocasiones, logra transmitir una visión intrigante de cómo se construyó una de las figuras más polarizantes de la historia reciente de Estados Unidos. Sin duda, una película que vale la pena ver, especialmente para aquellos interesados en la intersección entre negocios, política y poder.

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Doechii: La nueva fuerza del rap que no teme morder

Tue, Feb 11, 25
Doechii: La nueva fuerza del rap que no teme morder

Esta semana les traigo una recomendación musical que no pueden dejar pasar: el álbum Alligator Bites Never Heal de Doechii. Esta artista ha estado en ascenso meteórico en los últimos meses, consolidándose como una de las voces más frescas y originales del hip-hop contemporáneo. Su popularidad explotó gracias a este disco, una impecable presentación en Tiny Desk y su impactante actuación en los Grammy, donde hizo historia al ganar Mejor Álbum de Rap.

Nacida como Jaylah Hickmon en Tampa, Florida, Doechii comenzó su carrera en el mundo del arte desde joven, destacándose en la música, la danza y la poesía. Su versatilidad y energía en el escenario rápidamente la hicieron destacar en la escena del rap underground. Su primer gran éxito viral llegó con el tema "Yucky Blucky Fruitcake", que capturó la atención por su narrativa cruda y su estilo camaleónico.

Con influencias que van desde Missy Elliott y Nicki Minaj, hasta sonidos experimentales del R&B y el pop alternativo, Doechii ha creado un espacio único en la música, fusionando géneros y explorando nuevas formas de expresión.

Alligator Bites Never Heal es un álbum profundamente personal, donde Doechii se sumerge en historias de su vida con una honestidad brutal. A través de sus letras, aborda temas como crecer siendo una mujer negra en la industria, el peso de la fama, las adicciones y la salud mental.

Musicalmente, el disco es un cóctel explosivo de rap, R&B, jazz y sonidos electrónicos, con un enfoque experimental que desafía las convenciones del hip-hop tradicional. Su flow es camaleónico: en un momento puede estar rapeando con agresividad cruda y en el siguiente transformarse en un canto melódico hipnótico.

Doechii no solo está revolucionando el rap, sino que también está marcando una nueva era en la cultura musical. Su actuación en los Grammy no solo consolidó su estatus, sino que dejó claro que no está aquí para encajar en moldes preestablecidos.

Si aún no has escuchado Alligator Bites Never Heal, estás a punto de sumergirte en una experiencia única. Doechii está redefiniendo lo que significa ser una rapera en la actualidad, y su música es testimonio de que las mordidas del pasado pueden doler, pero también pueden ser cicatrices de crecimiento y poder.

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La sustancia

Tue, Feb 04, 25
La sustancia

Hace algunos días, por fin tuve la oportunidad de ver The Substance, la película de moda dirigida por Coralie Fargeat. Debo decir que me gustó mucho y entiendo perfectamente por qué ha generado tanta relevancia en la actualidad.

Uno de los puntos más impactantes del filme es cómo la protagonista, al cumplir 50 años, es prácticamente expulsada de una industria a la que le dedicó toda su vida. Esto resuena de manera especial si consideramos que el papel es interpretado por Demi Moore, quien en su carrera ha experimentado de primera mano esta realidad. En sus inicios, Moore fue conocida por interpretar papeles de femme fatale que cautivaron a toda una generación, pero con el paso del tiempo fue relegada en favor de actrices más jóvenes. Su actuación en The Substance es notable porque desafía ese mismo molde con el que fue encasillada, y la película resalta este contraste de manera muy efectiva, incluso visualmente, al compararla con Margaret Qualley, quien interpreta la versión más joven de su personaje. Este juego de dualidades refuerza el mensaje del filme y le da una profundidad extra a la historia.

La película utiliza el concepto de la "sustancia" de una manera intrigante, tanto literal como metafóricamente. La sustancia en cuestión es una solución química que permite a las mujeres recuperar su juventud de manera temporal, pero a un costo. Esto simboliza la obsesión contemporánea con la eterna juventud y el culto a la belleza, que a menudo se traduce en prácticas extremas en la vida real, desde cirugías plásticas hasta productos milagrosos que prometen resultados inmediatos. La palabra sustancia también puede interpretarse como sinónimo de profundidad y autenticidad, algo que escasea en una era dominada por lo superficial.

Uno de los aspectos más interesantes de la película es su temática, que gira en torno a la obsesión con el entretenimiento. Vivimos en una sociedad donde todo parece estar diseñado para ser consumido como espectáculo, desde lo más obvio, como programas en internet o en televisión, hasta áreas que, en teoría, no deberían ser meramente entretenidas, como el deporte o la política. En estos ámbitos, no siempre triunfa el mejor, sino el más atractivo mediáticamente: el deportista que más gana no es necesariamente el más talentoso, sino el que mejor vende su imagen; el candidato que gana no es el más preparado, sino el que ofrece respuestas simples a preguntas complejas. Esta reflexión está presente en la película y aterriza directamente en su protagonista, cuya historia se enfoca en la industria del entretenimiento y el inevitable choque con el envejecimiento.

Otro aspecto que me pareció destacable fue el diseño de los personajes y la atmósfera grotesca que impregna la película. La estética visual es tan realista que llega a ser perturbadora, especialmente en la manera en que se retrata la vejez. Desde las escenas de desnudez, que no están ahí para ser sensuales sino para acentuar la crudeza del cuerpo en transformación, hasta la forma en que los personajes de mayor edad son representados con un aire decadente y casi monstruoso. Esto resuena con la manera en que la sociedad percibe el envejecimiento: algo que se debe ocultar a toda costa, algo desagradable que debe ser erradicado en vez de aceptado.

Un personaje particularmente impactante es el manager del canal de televisión, interpretado por Dennis Quaid. Su rol expone otro aspecto grotesco de la historia: la explotación sin escrúpulos del espectáculo. Sus escenas más memorables, como aquella en la que orina en su oficina o el momento en que despide a Demi Moore mientras come camarones con total indiferencia, subrayan su papel como un reflejo extremo de los ejecutivos que ven a las personas solo como productos desechables. Su personaje parece ser una referencia directa a Vince McMahon, el exdirectivo de la WWE, quien recientemente fue expuesto en un documental que muestra hasta dónde estaba dispuesto a llegar con tal de entretener a las masas. The Substance entiende claramente esta dinámica y la retrata con una crudeza que la vuelve aún más impactante.

Me pareció especialmente interesante cómo la película aborda estas cuestiones desde una perspectiva de género. Mientras que los hombres en el mundo del entretenimiento son juzgados principalmente por su capacidad de generar dinero o mantenerse productivos, las mujeres siguen siendo evaluadas principalmente por su belleza y juventud. The Substance expone esta desigualdad con brutalidad, mostrando cómo la presión sobre las mujeres para mantenerse jóvenes y atractivas es implacable, mientras que a los hombres se les permite envejecer sin el mismo nivel de escrutinio.

En conclusión, The Substance es una película poderosa, bien lograda y sumamente relevante en el contexto actual. No solo ofrece una crítica mordaz a la industria del entretenimiento y su obsesión con la juventud, sino que también abre el debate sobre el valor de lo auténtico en una época dominada por lo efímero. Sin duda, es una obra que vale la pena ver y una historia que merece ser contada.

 

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