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El blog de Roberto


Hazlo dos veces

Wed, Dec 29, 21
Hazlo dos veces

Este artículo originalmente apareció en mi libro El arte de perder.

Para saber qué tan bueno eres en algo nuevo, lo tienes que intentar al menos dos veces.

Una trampa en la que muchos caen a la hora de intentar algo nuevo es que juzgan su habilidad a partir del primer intento.

El problema está en que, al hacer esto, se terminan desacreditando antes de darse la oportunidad de crear algo con sustancia y bases sólidas.

Para saber qué tan bueno eres en algo nuevo, lo tienes que intentar al menos dos veces.

En tu primer intento, seguramente producirás algo superficial, fácil y obvio, porque lo importante de este primer intento no es la sustancia de tu trabajo, sino delimitar el alcance que tiene el formato nuevo en el que te estás desenvolviendo.

En el segundo intento podrás aprovechar la experiencia de tu primera vez, y poner a prueba tu capacidad de crear algo con un medio que ya has explorado antes.

Esto gracias a que entenderás mejor la forma del medio y empezarás a trabajar en su fondo, lo que a su vez producirá trabajo con más sustancia.

El director David Lynch dice que la primera vez que realizas una obra, el medio se presenta contigo, y comienzas a conocerlo, mientras que la segunda vez que lo haces, tú eres quien se presenta con el medio.

La primera vez que haces algo solo montas el escenario y conectas todo, para que la segunda vez que lo intentes puedas utilizar lo que construiste, y presentar algo que aproveche esa infraestructura.

Por eso, si vas a intentar algo, asegúrate de intentarlo al menos dos veces.

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Dos tipos de errores

Wed, Dec 29, 21
Dos tipos de errores

Este artículo originalmente apareció en mi libro El arte de perder.

Maquiavelo decía que hay dos tipos de errores, los errores del perezoso, y los errores del ambicioso.

Maquiavelo decía que hay dos tipos de errores, los errores del perezoso, y los errores del ambicioso.

Los errores del perezoso tienen que ver con la inactividad, y cómo ésta ocasiona que pierdas una oportunidad por no haber tomado acción.

Mientras que los errores del ambicioso surgen de una acción errónea que hiciste por un mal cálculo o por no tener suficiente información.

La gran diferencia entre estos dos tipos de errores es que los del ambicioso te llevan hacia adelante, pues forman parte de un proceso de mejora continua, mientras que los del perezoso te dejan estancado, ya que no te brindan ningún aprendizaje.

En tu vida debes buscar cometer errores de ambicioso y no de perezoso.

Los errores de ambicioso son un indicador de que te estás saliendo de tu zona de confort, de tu frontera de conocimiento, y de que te estás exponiendo a cosas nuevas.

Si te equivocas, procura siempre estar del lado del ambicioso y equivocarte activamente.

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El corazon de tu obra

Wed, Dec 29, 21
El corazon de tu obra

Este artículo originalmente apareció en mi libro El arte de perder.

Al crear, antes de experimentar con el equipo más sofisticado, es recomendable que te preguntes qué es lo que verdaderamente hace que tu trabajo sea bueno.

Existe una fortuna escondida en tener los recursos limitados en tu trabajo, porque te obliga a enfocarte en el corazón del mismo.

Al crear, antes de experimentar con el equipo más sofisticado, es recomendable que te preguntes qué es lo que verdaderamente hace que tu trabajo sea bueno.

La respuesta muchas veces se basará en el desarrollo de habilidades que no requieren de instrumentos caros para su mejoría, sino que de simple práctica.

Irónicamente a veces el equipo más sofisticado te perjudica más de lo que te beneficia, porque te distrae de practicar esas habilidades esenciales.

El músico John Mayer se refiere a este atributo en la música como el corazón de la canción. Según Mayer, desarrollar esta habilidad no depende del precio de sus instrumentos, sino que de algo que solo puede adquirir mediante la práctica.

Esta habilidad intangible es lo primero que debes dominar antes de pensar en lo demás, por lo que empezar con poco te conviene, pues funge como una escuela que te educa en las bases de tu disciplina.

Componer una canción con una guitarra barata hace que te concentres en que la melodía sea buena. Grabar una película con tu celular hace que te concentres en que la historia y en que las tomas sean de calidad.

Una vez que domines estas habilidades, entonces será el momento de mejorar tus instrumentos, pues resaltarán estos mismos atributos que hacen que tu obra sea buena.

De nada sirve tener el mejor equipo del mundo si no tienes una obra con la que los puedas explotar.

Empezar con poco te conviene porque las limitaciones iniciales son internados creativos en donde aprendes a dominar el corazón de tu arte.

Aprovecha lo poco que tienes y úsalo a tu favor.

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Las redes sociales no te definen

Wed, Dec 29, 21
Las redes sociales no te definen

Este artículo originalmente apareció en mi libro El arte de perder.

Piénsalo bien, la idea de que un programador que busca generar más dinero esté diseñando cómo te percibes a ti mismo, es aterradora.

Las redes sociales han cambiado muchos aspectos de nuestra vida, incluyendo la forma en la que definimos algo tan importante como nuestra identidad.

Las redes sociales son herramientas que cuentan con métricas para catalogar qué tan valiosa es una cuenta y una publicación.

Sin embargo, estas métricas no están hechas con un propósito noble, sino que están creadas con el objetivo de incrementar la interacción de la aplicación para volverla más adictiva y generar más dinero.

Erróneamente tenemos la idea de que nosotros definimos cómo son nuestras redes sociales, pero irónicamente cuando nos dejamos llevar por lo que la misma red nos dice que es importante, y actuamos en función de sus métricas, estamos dejando que nos diseñe a nosotros.

Cuando basamos nuestro comportamiento y nuestras ideas en lo que genera mejores resultados bajo las métricas de las redes, estamos dejando que definan nuestra identidad.

Piénsalo bien, la idea de que un programador que busca generar más dinero esté diseñando cómo te percibes a ti mismo, es aterradora.

Ahora, esto no quiere decir que boicotees las redes y que dejes de usarlas, ya que son herramientas poderosas que te ayudan a potencializar tu carrera y no utilizarlas te dejaría en una desventaja competitiva muy grande, lo que quiere decir es que puedes concientizarte de esta realidad y tomar alguna de estas tres opciones para evitar que te controlen.

La primera opción es que crees tus propias métricas que determinen el valor de lo que estás publicando.

Por ejemplo, ponderar qué tanto te gusta lo que estás haciendo, basándote en tu esfuerzo, sin importar lo que los números digan y lo que piensen los demás. De esta manera, estarás juzgando lo que publicas bajo un lente propio que no dependa de lo que la red busca que compartas.

La segunda es que tomes conciencia de las métricas que promueven las redes y reconozcas que solo estás jugando un juego, y que su resultado no determina tu valor como persona.

Tomando en cuenta esta realización, podrás hacer más eficientes tus publicaciones para explotar las métricas que más beneficios te traigan, pero divorciando tu valor personal de las mismas.

La tercera opción, que a mi parecer es el acercamiento ideal, es que mezcles las dos opciones anteriores.

Es decir, que independices tu identidad de las redes sociales y explotes sus métricas, pero también que compartas el trabajo en el que estas métricas no sean consideradas.

Este acercamiento busca adoptar la premisa de hacer dinero para hacer arte, y no hacer arte para hacer dinero. Dicho de otro modo, hacer publicaciones comerciales para sustentar las publicaciones que a ti te gustan.

El actor James Franco ha tomado este acercamiento con sus películas, haciendo cintas comerciales que le generan mucho dinero, y con ese dinero financia sus películas más artísticas, que son las que más disfruta hacer.

La clave se encuentra en ser consciente de cómo funcionan las redes, para aprovechar sus beneficios y disociar tu identidad de ellas.

En analizar lo que compartes y cómo te percibes para darte cuenta si realmente eres tú quien se está definiendo, o si el algoritmo es el que te está definiendo a ti.

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Colaborar es besarse

Wed, Dec 29, 21
Colaborar es besarse

Este artículo originalmente apareció en mi libro El arte de perder.

Piénsalo bien antes de andarte besando con cualquiera, o no.

La audiencia crea una relación simbiótica con las marcas que consume.

Esto quiere decir que el público no solo se acaba influenciando por la marca, sino que la marca a su vez se influye por la forma en la que la audiencia interpreta su mensaje.

El diseñador Bobby Hundreds dice que: “Las colaboraciones son como besarse, un poco de ellos termina en ti y viceversa. Hay una reputación compartida que se forma, y debes considerar”.

Es importante escoger de manera cuidadosa las marcas con las que te quieres relacionar, y la audiencia a la que quieres alcanzar.

Si eres un creativo y tu trabajo llama la atención de una marca, antes de aceptar un trato e ir por el dinero, debes recordar que esta marca y tú van a entrar en una relación.

Si tu marca resuena con una demografía, debes analizar si realmente quieres asociar tu propuesta a los valores que transmite esa audiencia o no, ya que ayudará a moldear su identidad.

Lo importante aquí es que seas tú quien decide si quieres mezclar tu trabajo con una marca o audiencia o no.

Si el resultado al mezclarlos te hace sentido, entonces hazlo, si no lo hace, entonces reconsidera y no entres en una relación en la que no quieres estar.

Muchos creativos sobreviven o mueren por las marcas con las que trabajan y las audiencias con las que se relacionan.

Piénsalo bien antes de andarte besando con cualquiera, o no.

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Tiempo vivo vs muerto

Wed, Dec 29, 21
Tiempo vivo vs muerto

Este artículo originalmente apareció en mi libro El arte de perder.

¿Quiero que este tiempo que estoy a punto de pasar sea tiempo vivo o tiempo muerto?

El autor Robert Greene, plantea una pregunta fundamental que debes hacerte constantemente para motivarte a seguir creando.

¿Quiero que este tiempo que estoy a punto de pasar sea tiempo vivo o tiempo muerto?

Greene se refiere al tiempo vivo como al que es usado para avanzar en algún proyecto o dedicado al crecimiento personal.

Es decir, tiempo que te acerca más a la persona que aspiras ser.

Actividades como leer, estudiar o escuchar a un experto pueden ser consideradas como tiempo vivo, si es que te acercan más a tus metas.

El tiempo muerto es el tiempo desperdiciado que gastas dudando o haciendo cosas de poca utilidad que no valen el tiempo invertido.

Actividades como contestar correos sin sentido, jugar videojuegos todo el día o dormir más de lo que deberías, son actos que quizás te puedan mantener ocupado, pero no tienen un valor profundo ni te acercan a ser quien quieres llegar a ser.

Según Greene, cada momento de nuestra vida nos enfrentamos con esta disyuntiva, y es nuestra responsabilidad identificarla y optar en su mayoría por actividades que nos brinden tiempo vivo para poder tener una vida plena y estar en proceso de mejora continua.

En cada situación en la que te encuentres, cuestiónate cómo puedes llenarla de tiempo vivo.

Trabaja en ese libro en lugar de pedir una cerveza en el avión, lee sobre el tema que te interesa en lugar de jugar un videojuego.

Pregúntate qué prefieres.

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