Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
Según George Louis, en su libro Damn Good Advice!, la meta máxima de un creativo es ser un provocador social.
Un provocador social es aquel que atenta contra el status quo desde su trinchera y logra cambiarlo.
Un provocador social no es alguien que solo hace ruido o que mucha gente conoce y sigue. Un provocador social es un creativo que cuestiona las fibras más sensibles de su entorno mediante su trabajo.
Un provocador social se puede manifestar en cualquier disciplina porque sus propuestas son tan poderosas que trascienden su propia carrera.
Un provocador social entiende que su trabajo es solo una herramienta para un fin mayor y lo utiliza como un medio de transporte para realizar cambios a su alrededor, o cuando menos para provocar un diálogo.
Un provocador social es aquella persona que entiende su porqué y crea obras con propuestas que manifiesten directamente qué es eso que lo motiva y lo hace arder.
Así que, en lo que sea que hagas con tu vida, siempre aspira a ser un provocador social desde tu propia disciplina, ya que intentar no serlo en el medio creativo sería empezar tu carrera destinado a fracasar.