He estado viendo el documental de Netflix titulado The Mind, Explained y uno de los episodios trata sobre porque los adolescentes son tan difíciles y se me hizo interesante compartirlo por aquí.
La adolescencia, esa etapa que va desde la prepubertad hasta la adultez temprana, es conocida por ser una etapa llena de cambios físicos y emocionales significativos. Comúnmente, se describe como un período de conflicto, impulsividad y comportamiento errático. Pero ¿por qué los adolescentes pueden resultar tan difíciles? La ciencia ha descubierto que estas características son el resultado de la combinación de un desarrollo cerebral incompleto y una serie de factores psicológicos y sociales.
Para empezar, es importante comprender que el cerebro humano no está completamente desarrollado hasta mediados de los veinte años. Y entre las últimas áreas en desarrollarse se encuentra la corteza prefrontal, la región del cerebro responsable del razonamiento y la toma de decisiones. Esta área es crítica para funciones como el control de los impulsos, la planificación a largo plazo, la evaluación de las consecuencias y la moderación del comportamiento social.
Sin embargo, durante la adolescencia, esta área del cerebro está todavía en proceso de maduración. En consecuencia, los adolescentes tienden a depender más de la amígdala, la región del cerebro que procesa las emociones. Esto puede explicar por qué los adolescentes suelen reaccionar de manera más intensa a las situaciones emocionales y por qué a veces toman decisiones impulsivas o arriesgadas.
Además, en esta etapa, el cerebro adolescente se vuelve especialmente sensible a las influencias del entorno social. Un fenómeno común es la creación de una "audiencia imaginaria". Los adolescentes suelen creer que están constantemente siendo juzgados por los demás, lo que puede llevar a un incremento de la autoconciencia y a la presión de ajustarse a las normas del grupo.
Este comportamiento se relaciona con una búsqueda natural de aceptación social y reconocimiento que puede ser especialmente intensa durante la adolescencia. Este deseo de pertenecer y ser valorado puede influir en su comportamiento, a veces llevándolos a actuar de manera irracional o arriesgada cuando están en grupo.
Esto no significa que todos los adolescentes actuarán de esta manera, ni que estén destinados a comportarse de manera irresponsable. Sin embargo, entender estos factores puede ayudar a explicar algunas de las conductas más comunes en esta etapa de la vida.
Con el tiempo, a medida que la corteza prefrontal se desarrolla, el equilibrio emocional tiende a mejorar, se toman decisiones más racionales y se incrementa la capacidad para regular el comportamiento. Este proceso puede llevar a un mayor nivel de madurez, pero es importante recordar que cada individuo tiene su propio ritmo y que factores ambientales y genéticos también influyen.
Finalmente, es importante recalcar que ser adolescente no es necesariamente sinónimo de ser "difícil". Este estigma puede resultar perjudicial y reducir las oportunidades para el desarrollo y el aprendizaje durante esta etapa crítica. En lugar de enfocarnos en las dificultades, sería más beneficioso centrarse en las oportunidades para guiar y apoyar a los adolescentes mientras navegan por esta etapa de crecimiento y descubrimiento.