Volví a ver "The Shining" y me encantó. No sólo por la trama y la interpretación de Jack Nicholson, sino también por la intriga que rodea a Kubrick y el presunto montaje del viaje a la luna. La última vez que la vi, hace unos 10 años, no había apreciado esos detalles que hacen que al verla por segunda vez, sientas como si realmente fuera la primera.
La película "The Shining", dirigida por Stanley Kubrick y basada en la novela homónima de Stephen King, es una obra maestra del cine de terror. Desde su lanzamiento en 1980, ha dejado una marca indeleble en la cultura pop, creando iconos y frases que permanecen en la mente colectiva. Sin embargo, más allá de su trama y su impecable ejecución, hay una serie de teorías y polémicas que la rodean, llevando a la película a un nivel de análisis casi obsesivo.
Para empezar, es esencial abordar la relación de la película con su material original: la novela de Stephen King. King nunca ocultó su insatisfacción con la adaptación de Kubrick. Mientras que la novela se centra en el descenso a la locura de Jack Torrance debido a influencias sobrenaturales y su propio pasado turbulento, la película pone más énfasis en el aislamiento y la tensión familiar, dejando a un lado parte de la profundidad psicológica del personaje.
Nicholson, con su interpretación de Jack Torrance, presentó uno de los retratos más icónicos de la locura en la historia del cine. Sus cejas arqueadas, su sonrisa maníaca y su tono impredecible mantuvieron a los espectadores al borde de sus asientos. Si bien su actuación es ampliamente elogiada, algunos críticos sostienen que Nicholson ya parece inestable desde el principio, en lugar de mostrarse como un hombre normal que gradualmente se descompone.
A lo largo de los años, "The Shining" ha generado una cantidad asombrosa de teorías de los fanáticos, muchas de las cuales se presentan en el documental "Room 237". Una de las más famosas es que Kubrick utilizó la película para confesar su participación en el supuesto montaje del alunizaje del Apolo 11. Señales como el jersey que Danny lleva con un cohete Apollo y el patrón del hotel que recuerda a la plataforma de lanzamiento son vistos como "evidencia" de esta teoría.
Otros teorizan que la película es una representación de la masacre de los nativos americanos, basándose en las diversas referencias a la cultura indígena y las imágenes de la sangre que fluye de los elevadores.
Más allá de las teorías y las polémicas, lo que es indiscutible es el impacto duradero de "The Shining" en el cine y en la cultura en general. La película es un testimonio del genio de Kubrick y su habilidad para infundir capas de significado en su trabajo, ya sea intencionadamente o a través de la interpretación del espectador.
En resumen, "The Shining" no es solo una película de terror; es un enigma envuelto en un misterio, un espejo en el que cada espectador ve algo diferente. Y quizás ese sea el verdadero genio de Kubrick: crear una obra que, décadas después de su lanzamiento, todavía nos hace preguntarnos qué estaba realmente tratando de decir.