Este artículo originalmente apareció en mi libro El arte de perder.
Vivimos en una época en donde se nos dice que debemos escoger una sola carrera o pasión.
Sin embargo, esta decisión es algo que después podemos llegar a resentir, ya que, si cortamos nuestras otras pasiones para escoger solo una, las demás se quedarán como extremidades fantasmas, y sentiremos que algo nos falta para encontrar nuestra voz.
Debemos considerar que la genialidad en una profesión surge de la combinación de dos o más áreas de conocimiento, pues esta interacción te permite extrapolar información de una para aplicarla en otra, trayendo así un acercamiento fresco a tu disciplina.
Si tienes muchas pasiones, no debes limitarte a escoger una sola, sino que debes cultivar todas hasta que sean lo suficientemente maduras para que empiecen a conversar entre ellas, ya que de este diálogo es de donde surgirán tus ideas más interesantes y eventualmente tu voz y estilo.
Fomenta la diversidad en tu cabeza, y persigue lo que te apasiona.
Quizás al principio pueda parecer contraproducente, pero tu vida es como un amplio jardín en donde cada pasión representa una semilla, que si la cultivas y la trabajas, eventualmente te dará frutos.