Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
El arte no es ni bueno ni malo, el cómo se usa depende del creativo.
Así como el arte tiene el potencial de inspirar acontecimientos hermosos y bellos, también puede inspirar tragedias y obscenidades. Por lo tanto, es tu decisión saber como utilizar tu talento, tu trabajo y tu plataforma en esta vida.
A lo largo de mi carrera, he encontrado que una de las mayores satisfacciones se encuentra en dar y ayudar a las demás personas.
Independientemente del medio en el que te desenvuelvas, el hecho de ayudar a otra persona de manera tangible o intangible es quizás una mayor recompensa que haber hecho la obra en primer lugar.
Así que si alguna vez te enfrentas con la decisión de generar un bien social o no generarlo, escoge siempre hacerlo.
Lo mejor que te puede pasar es que te hagas adicto y utilices tu trabajo para ser, como dice mi amigo Farid Dieck “un instrumento de cambio positivo para la humanidad”.
Las satisfacciones y logros de los que más estoy orgulloso se derivan de hacer un poco de trabajo de más para que lo que sea que esté creando ayude o cambie la vida de unos cuantos.
Inténtalo.