Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
La fuerza de voluntad es un recurso limitado del que dependes diariamente para hacer tu trabajo.
Es el tanque de gasolina que gastas durante el día con cada acción consciente que realizas, y que rellenas cuando duermes en la noche.
Uno de los secretos de la gente exitosa, no solo del ámbito creativo, sino de la vida en general, es que tienen la capacidad de entrenar y distribuir adecuadamente su fuerza de voluntad durante el día.
La fuerza de voluntad es el recurso que hace posible la disciplina que tanto necesita un profesional, así que es imperativo gastarla y distribuirla en actividades que valgan la pena.
La fuerza de voluntad es similar a la condición física en un atleta, pues la tienes que entrenar todos los días para mantenerla y que tu tanque se haga cada vez más grande.
Sin embargo, existe un secreto para su manejo que hace que ésta no se desgaste tan rápido. Esto es mediante la incorporación de hábitos, es decir, acciones que en un inicio te cuestan mucha fuerza de voluntad hacer, pero que una vez que los repites muchas veces, dejan de consumirte este recurso y se vuelven casi automáticos.
Los hábitos hacen rutinarias las acciones de tu día y provocan que las realices casi inconscientemente, dejando así tus reservas de fuerza de voluntad intactas. Por esta razón, es importante que incorpores hábitos en tu día a día.