Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
Una forma en la que se manifiesta la resistencia a hacer tu trabajo es mediante la tristeza. Este sentimiento es muy asociado con personas creativas, ya que se cree que algunos creativos estaban tristes cuando crearon sus mejores obras.
Aunque este estereotipo no es del todo cierto, sí tiene algo de verdadero. Es un hecho que algunos creativos estaban tristes cuando crearon sus obras, pero lo importante de esta situación no fue que sentían tristeza, sino lo que hicieron con ella.
El gran secreto de su éxito se encuentra en que lograron canalizar la miseria que llegó a su vida en favor de su arte. Louis CK, en su serie Louie, describe muy bien esta idea con la frase: “La miseria se desperdicia en el miserable”.
Es imposible controlar lo que pasa en tu vida, no puedes decidir cuántos eventos desafortunados o cuánta miseria llegará a ti, pero lo que sí puedes decidir es cómo reaccionarás ante ella.
La tristeza que produce la miseria es una energía que puede aplastarte y hundirte, o que puede ser canalizada para producir arte.
Así que tú decides cómo interpretar tu propia miseria, recuerda que puedes desperdiciarla siendo miserable o puedes tomarla y hacer con ella la mejor obra de tu vida.
Denise Dresser comentó en una entrevista, que ser molestada de niña en la escuela fue una parte importante de su formación porque la hizo enfocarse en las cosas que valían la pena y desarrollar una personalidad.
Como un golpe en la cara, el superar estas experiencias negativas pueden generarte una nueva visión que puedes aprovechar para compartir en tu arte y distinguir tu trabajo del de los demás.
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