Este artículo originalmente apareció en mi libro El arte de perder.
En mi etapa de estudiante, adopté una teoría que hasta la fecha sigo aplicando en mi vida.
Esta es la teoría de los noventas, y tiene que ver con la ley económica de los rendimientos decrecientes.
Esta ley explica cómo en todos los procesos, aumentar un factor productivo, mientras el resto se mantienen constantes, dará progresivamente menores incrementos en la producción por unidad.
Esto quiere decir que eventualmente llegará un punto en cualquier inversión en el que el retorno será más bajo por un incremento en la misma cantidad de esfuerzo o dinero. Para mí, académicamente, ese punto es el noventa de calificación.
Durante toda mi educación procuré sacar noventa en mis materias porque era la nota en la que sentía que conocía suficiente del tema, me había esforzado para conseguirlo, y el esfuerzo me había brindado un buen rendimiento.
Una vez que pasaba esa línea todo empezaba a cambiar, ya que me costaba el menos esfuerzo subir de setenta a noventa que de noventa a cien.
Aunque esto pueda sonar muy simple en un contexto académico, si lo aplicamos en un mundo en el que es importante abrir nuestro panorama y tener muchas herramientas, este acercamiento se vuelve aún más útil.
Esto gracias a que la teoría mencionada no solo te permitirá aprender muchas cosas de una manera destacada y eficiente, sino que también te acostumbrará a aprender muchos conceptos de muchas áreas diferentes.
Al tener una amplia variedad de temas en tu repertorio, cada vez te costará menos trabajo llegar al 90% de las distintas áreas, pues comenzarás a reconocer patrones que ya habías aprendido antes, y harán que el proceso de aprender se vuelva más sencillo y mucho mejor respaldado.
Además, este reconocimiento de patrones que desarrollarás con la práctica elevará tu conocimiento de cada uno de los temas que aprendas, y te brindará un mayor entendimiento integral de la relación que existe entre ellos.
Por esta razón, la teoría de los noventas y estar consciente del retorno de tu tiempo se vuelve tan importante.
Determina cuál es el punto en el que tu tiempo y esfuerzo te brindan los mayores beneficios y trabaja en llegar ahí.