Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
La razón principal por la que el dicho de “perro viejo no aprende trucos nuevos” existe es porque cuando nos convertimos en adultos perdemos la capacidad de ser estudiantes y esto nos impide aprender cosas nuevas.
Sin embargo, la realidad es que mantenerte un estudiante no tiene nada que ver con la edad, sino que con la humildad.
Cuando somos niños y vamos a la escuela, logramos aprender porque tenemos la humildad suficiente para poder ver al maestro como una persona que sabe más que nosotros y de la que podemos aprender.
Desgraciadamente, con el paso el tiempo, nos empezamos a sentir más sabios y preparados, y comenzamos a construir nuestra visión basándonos en verdades que creemos absolutas y que tememos romper o cuestionar.
Esto nos hace perder la capacidad de ver a otra persona como un potencial maestro y dejamos de aprender “trucos nuevos”.
El hecho de que no seamos capaces de mantenernos alumnos en toda nuestra vida, es un problema con nuestro ego que desarrollamos en la edad adulta.
Sin embargo, si somos capaces de vencerlo y tener la humildad suficiente parar aceptar que existen personas que saben más que nosotros, podemos quedarnos alumnos y seguir aprendiendo sin importar la edad que tengamos.