Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
Una de las maneras más efectivas para motivarte en el cumplimento de tus rutinas es mediante la creación de hitos.
Un hito es una pequeña meta que te planteas en un punto crítico de una rutina y que sirve como motivante e indicador de que vas por buen camino.
Por ejemplo, si tu meta es escribir un libro de 30,000 palabras, el llegar a las 10,000 y 20,000 palabras escritas es un hito, ya que estos acontecimientos marcan un punto importante de avance dentro del cumplimiento de tu meta final.
Una buena manera de enfatizar estos hitos y hacerlos más atractivos es adherirles una recompensa que te motive a cruzarlos lo antes posible.
El incorporar estas pequeñas recompensas te mantendrá motivado durante toda tu rutina y hará que el proceso hacia tu meta final sea un poco más sencillo.
Si necesitas escribir un capítulo de tu libro, o terminar una escena de tu documental, y te sientes frustrado por no poder lograrlo, prométete a ti mismo una recompensa cuando termines dicha tarea y aprovecha esa motivación extra.
Tú te conoces mejor que nadie, así que tú sabes qué tipo de recompensa ofrecerte. El secreto de esta técnica está en que programes tu cuerpo como un animal y solo cuando hayas cumplido cierta condición dentro de tu obra te des una recompensa para que te sirva de motivante.
Sal a cenar a un buen restaurante con tu pareja, cómprate esos nuevos tenis que viste, date recompensas siempre y cuando tu cuerpo esté produciendo buenos resultados, se lo merece.