Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
La fe es una herramienta muy poderosa que el ser humano ha aprovechado desde su creación para su beneficio.
Harari explica que la característica más importante que distingue al humano de las demás especies, y la principal razón por la que escalamos a la cima de la cadena alimenticia, es porque somos capaces de creer y compartir cosas que jamás hemos visto; cosas que inventamos, que nos contaron o que creemos ciegamente. Somos capaces de compartir nuestra fe con los demás.
El ser humano, al tener fe, le da un valor intrínseco a sus acciones y se motiva para realizar grandes hazañas que de otro modo no tendría razón para hacerlas.
Desde el principio de nuestra especie, la fe ha forjado a los hombres y mujeres más grandes de la historia. Por eso, si deseas trascender con tu trabajo y sacar fuerzas para realizar obras increíbles, la fe se puede convertir en tu mejor aliada.
Y no estoy hablando de una fe religiosa exclusivamente, sino que de creer en algo, en lo que sea, que te motive y sea más grande que tú.
Puedes creer en tu familia, en tus valores, en tus amigos, en el amor, en un dios, en el universo, o qué sé yo.
El secreto es creer en algo y basar esa creencia en el hecho de que no conoces todas las respuestas a las preguntas de la vida.
La clave está en canalizar esa ignorancia y utilizarla para echar a volar tu cabeza y descubrir una realidad que te motive a seguir creando.