Este artículo originalmente apareció en mi libro El arte de perder.
El punk rock es una corriente musical que empezó en los setentas en la que las bandas rechazaban el movimiento comercial que denominaban como mainstream.
Normalmente las canciones eran rápidas, cortas y con letras que desafiaban el status quo.
Sin embargo, la característica más atractiva de este movimiento es que promovía la cultura DIY, o hazlo tú mismo.
Las bandas punk normalmente producían sus propios discos y los distribuían en sus propias disqueras independientes.
Lo interesante de esta cultura, es que no solo es aplicable para la música, sino que también para casi cualquier otra industria.
Hacer las cosas por el modo punk rock, quiere decir sumergirte en todos las etapas del proceso de tu trabajo, y tomar el control de cada una de ellas.
El modo punk rock es la mejor forma de trabajar por primera vez en una obra, ya que te da un entendimiento integral sobre tu proceso de creación y el trabajo que implica cada una de sus etapas.
Una vez que hayas pasado por esta etapa punk, podrás decidir qué partes del mismo quieres delegar y cuáles quieres hacer tú.
Otro gran beneficio de hacer las cosas por este modo es que si más adelante decides contratar a alguien para que te ayude en alguno de los pasos de tu proceso, tendrás la experiencia para juzgar el tipo de trabajo que estás exigiendo, evitando así que se aprovechen de ti.
Esta forma de trabajo hará que tu proceso se vuelva mucho más efectivo y finalmente ocasionará que se vuelva más redituable, pues habrás creado un proceso de creación sano en el que solo las personas necesarias estarán involucradas.
Si sientes que esta ideología resuena contigo, saca el punk que llevas dentro y ponte a trabajar.