Este artículo originalmente apareció en mi libro El arte de perder.
Guillermo del Toro dijo, después de ganar su primer Oscar como director con su película El laberinto del fauno, que de lo que más orgulloso se sentía era de haberlo alcanzado manteniéndose fiel a su estilo.
No haber sucumbido ante la presión de encajar en un género que no lo representaba con el fin de ser más popular, era el elemento que hacía que todo ese esfuerzo se sintiera auténtico.
Si partimos de la idea de que el camino a la cima de cualquier carrera implica sacrificios físicos, emocionales y personales, debemos asegurarnos de que esos sacrificios sean por algo que realmente nos represente.
Si llegas a una cima con trabajos que no te representan, no te sentirás completo, y tendrás que bajar de esa cumbre para llegar a la que verdaderamente es tuya.
El creador Jay Shetty describe este sentimiento como subir hasta el último piso de un edificio en donde está tu departamento, y darte cuenta que olvidaste tus llaves.
De nada te sirve llegar a la cima si no te puedes sentir cómodo en ella. Mantente fiel a tu estilo, define tu cima y aspira a llegar a ella, y no a la de alguien más.