Este artículo originalmente apareció en mi libro El arte de perder.
No tengas miedo de pedir ayuda.
Muchas veces algo tan sencillo como humanizar algún problema y pedir ayuda es suficiente para generar un efecto exponencial que cambie por completo una vida.
Amanda Palmer, en su libro de The Art of Asking, explica que el simple hecho de pedir ayuda a sus fans hizo que pudiera financiar su proyecto musical, recaudando más de un millón de dólares de forma independiente.
Cuando le preguntaron a Palmer cómo lo hizo, ella respondió: “El secreto está en que no hice que me ayudaran, pregunté si querían hacerlo, y por simple acto de preguntarles, conecté con ellos”.
No debemos subestimar el poder de una simple y honesta explicación de por qué necesitamos una mano, pues aunque no lo parezca el mundo tiene nuestra espalda.
La clave está en tomar ese salto de fe, y compartir tus momentos difíciles de la forma más honesta, y confiar que la humanidad en el fondo es buena y capaz de identificarse contigo y ayudarte.