Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
A veces nos da miedo intentar cosas diferentes, porque sentimos que necesitamos un permiso o una validación para poder hacerlo.
Nos da miedo tocar temas complicados, hablar sobre cosas que no son populares o simplemente ofrecer un punto de vista diferente por temor a ser catalogado o juzgado de cierta manera.
La realidad es que no necesitas ningún permiso para intentar lo que sea. Mientras eso que hagas esté alineado con tus valores y represente una propuesta en la que creas, puedes hacer lo que se te pegue la gana.
Sin embargo, aún con esta realización, a veces nos ganan las inseguridades. Una de las formas más simples para superar esto, es catalogando la obra que estás realizando como arte y atribuirle cualquier responsabilidad que puedas sentir a la naturaleza artística de la misma.
El arte es abstracto, sucio, combina muchas cosas y es ambiguo. El arte te da permiso de hacer lo que quieras porque no tienes la obligación de explicárselo a nadie. El arte te libera porque tú solo te haces responsable de lo que dices o lo que plasmas en tu trabajo y no de lo que la gente interprete.
Así que no necesitas permisos ni explicaciones para publicar una obra sobre el tema que quieras. Lo único que tienes que hacer es catalogar tu trabajo como arte y seguir adelante.