Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
Ahora que sabemos la importancia que tienen las rutinas, es necesario saber cómo definirlas para poder alcanzar nuestros objetivos. El mayor obstáculo a la hora de imponernos una rutina es la disciplina.
La disciplina es un hábito que cuesta mucha fuerza de voluntad crear pero que, como todos los hábitos, con el tiempo empieza a costar menos.
Antes de definir tu rutina es necesario plantear tu meta; definir por qué lo estás haciendo. El tener presente esta causa es una manera muy poderosa de motivarte cuando las cosas se pongan difíciles.
También es necesario definir cuánto tiempo estarás haciendo la rutina y la métrica con la que estarás midiendo tus resultados y tu progreso.
Los 3 principales componentes de una buena rutina son: su meta, su duración y sus tareas.
Meta: objetivo + métricas
Duración: cantidad de días
Tarea(s): acción + tiempo
Rutina: Quiero (meta) así que durante (duración) estaré (tareas).
Ejemplo:
Meta: Escribir un libro + 30,000 palabras
Duración: 30 días
Tareas: Escribir 1,000 palabras + todos los días de la semana a las 8 A.M.
Rutina: Quiero escribir un libro de 30,000 palabras así que durante 30 días estaré escribiendo 1,000 palabras todos los días de la semana a las 8 A.M.
Algo vital para el cumplimiento de una rutina es ser lo más específico posible. Es decir, que si lo que buscas es escribir un libro, tienes que tener un estimado de cuántas palabras estarás escribiendo durante tu rutina.
Este estimado no necesariamente se tiene que cumplir, pero sirve como indicador de si tu rutina está funcionando o no, y cuánto estás avanzando. Si no tienes un indicador claro en tu rutina, es posible que caigas en la desesperación, pues no sabrás cómo medir tus avances.
Lo ideal es que definas poco a poco tus rutinas y que gradualmente las vayas incorporando a tu día. Como la fuerza de voluntad es un recurso limitado, es conveniente darle tiempo a que cada rutina se vuelva un hábito antes de agregar otra.
También es recomendable empezar tu día con las rutinas más importantes, ya que usualmente son las que te toman más fuerza de voluntad hacer y en la mañana es cuando más reserva tienes de ese valioso recurso.
La verdad es que no hay una receta secreta para crear la rutina perfecta, es un proceso que requiere mucha experimentación y los resultados varían para cada persona. El único requisito es que, sin importar lo que pase, la debes de cumplir. Ya que la creación del hábito de la disciplina es la piedra angular de la creación de nuevas rutinas.
Así que empieza con una rutina que puedas cumplir, cúmplela y hazle los ajustes necesarios hasta que tengas en tus manos la rutina que mejor se adecue al estilo de vida que buscas tener.