Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
Como creativo algunas veces trabajarás en proyectos grandes que durarán un par de meses o incluso años. Estos proyectos usualmente serán tus más importantes y acabarán consolidando tu carrera.
Proyectos como libros, películas, documentales, novelas o discos no se pueden hacer de la noche a la mañana y requieren de una gran cantidad de tiempo, trabajo, planeación y disciplina.
Sin embargo, el mundo actual cada vez está menos adecuado para hacer este tipo de proyectos, ya que los creativos nos hemos acostumbrado a ver los resultados de nuestro trabajo de manera inmediata.
Por esta razón a veces se nos dificulta dedicarnos a proyectos más grandes, ya que no tenemos esa recompensa inmediata y sentimos frustración.
Una de las formas para llevar a cabo estos proyectos y sentir progreso día a día, es mediante la elaboración de pequeñas tareas que, en conjunto, cumplan una meta en específico dentro de un proyecto más grande.
Al descomponer el monstruo que puede parecer este proyecto en pequeñas metas a cumplir, y al dividir esas metas en tareas que puedas realizar todos los días, podrás resolver esa frustración de no sentir avance al trabajar en un proyecto grande por mucho tiempo.
Así que la receta es sencilla, divide tu proyecto en pequeñas tareas y asigna esas tareas a un día en específico.
Elabora listas con las tareas que debes hacer cada día y observa como, con el tiempo, ese proyecto que parecía imposible comienza a tomar forma y se empieza a convertir en una realidad.