Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
Lo más parecido al dinero es el oxígeno, pues es lo que te permite respirar.
El dinero te da libertad, te permite trabajar en lo que quieras y te facilita ser feliz; o cuando menos intentarlo.
El dinero te da un lugar en donde vivir, acceso a la educación y te permite explorar y comprar experiencias y productos que te inspiren.
El dinero, como el oxígeno, te permite vivir tranquilo para que puedas preocuparte por explorar y descubrir tus talentos y pasiones.
Por esta razón, el dinero es algo que no debemos ignorar, ya que es un problema que debemos resolver, si queremos dedicarnos a lo que nos apasiona.
Específicamente en el ámbito creativo, el dinero te da el poder para financiar tus obras y tener mayor control de tu trabajo.
Por esta razón jamás debes dejar de pensar en el dinero, cuando menos hasta que tengas el problema resuelto. A algunos les toca resolverlo a lo largo de su vida con trabajos extras, otros jamás lo resuelven, y otros nacen con el problema resuelto (suertudos).
El punto es que el dinero no es algo sucio que mancha el proceso creativo, sino que es algo indispensable para gozar de una vida plena y sana, y no quedarte en la calle.
El dinero es el oxígeno del creativo, pues le permite respirar y hacer lo que le apasiona.