Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
El miedo, como la miseria, es una fuerza que te empuja hacia algún lado; cerca o lejos de tus objetivos.
A la mayoría de las personas las mueve en contra de sus metas porque evita que tomen decisiones o los paraliza e impide que actúen.
Así como la miseria se desperdicia en el miserable, el miedo se desperdicia en el cobarde.
El miedo es una fuerza que, como el viento, puedes aprovechar para que te impulse hacia tus metas. Si logras utilizarlo a tu favor, tendrás un activo que te llevará a lugares en donde los cobardes jamás podrán llegar.
La única manera de lograr esto, es entendiendo que el miedo siempre va estar presente dentro de ti. Y que en la vida creativa, este no es un indicador de peligro o de que no debes de hacer algo, sino que es uno que demuestra que lo que vas a hacer está fuera de tu zona de confort y te traerá resultados diferentes.
El miedo te hace romper la rutina y te lleva a explorar lugares nuevos. Así que si a algo le tienes que agarrar gusto es a sentir miedo, porque no hay mejor indicador de que estás saliendo de tu frontera del conocimiento que sentir el miedo en tu cuerpo.