Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
Aquí te va la cruda verdad: el talento sí existe, pero el talento es solo una ventaja inicial que puede ser alcanzada por otra persona sin tanto talento mediante horas de trabajo.
Otro truco que usa la resistencia para desmotivarte es la comparación de tus habilidades con las de otro creativo talentoso que está haciendo las cosas mejor que tú.
La idea de esta comparación es orillarte a que te rindas y dejes de intentarlo. Ya que, según la resistencia, como no eres tan bueno como el otro, no vale la pena que publiques tu trabajo, pues es inferior.
Aquí te va la cruda verdad: el talento sí existe, pero el talento es solo una ventaja inicial que puede ser alcanzada por otra persona sin tanto talento mediante horas de trabajo.
Quizás te metiste a clases de guitarra con un amigo al mismo tiempo y él ya va mucho más avanzado que tú. En lugar de que esto te desmotive, mejor inspírate en su progreso y entiende que solo te lleva una ventaja que puedes nivelar trabajando horas extra.
Hay personas que nacen con suerte y sus circunstancias les permiten ser talentosos, comprender más rápido los conceptos y desarrollar habilidades sin mucho esfuerzo.
Si no cuentas con esa suerte, debes de observar a esas personas y creer que puedes llegar a su mismo nivel mediante la práctica y el trabajo constante.
La realidad es que a largo plazo el talento se vuelve casi irrelevante y casi siempre sobresale más la persona que le invirtió más tiempo a trabajar en su arte que la más talentosa.
Así que aspira a ser esa persona y no escuches a las voces que te comparan con otros. Enfócate en lo único que puedes controlar y trabaja las horas que sean necesarias para que el talento pase a segundo plano.