Este artículo originalmente apareció en mi libro El arte de perder.
El compositor Nacho Vegas hace una distinción muy interesante entre las palabras adicción y obsesión.
Para él, la palabra adicción tiene un significado negativo porque denota una dependencia nociva hacia una sustancia o práctica que termina destruyendo la vida de una persona.
Mientras que la palabra obsesión hace referencia a ese mismo deseo irracional, pero la gran diferencia es que este se puede canalizar y utilizar como energía para producir algo de valor.
Las obsesiones producen los mejores trabajos, pues motivan al obsesionado a hacer las cosas con una mayor intensidad y calidad. Las adicciones terminan aplastando al adicto y lo dejan inmóvil.
Busca y persigue obsesiones que te permitan explotar tus habilidades y no adicciones que las destruyan.
Canaliza ese deseo irracional que te producen ciertas situaciones y crea con ello el mejor trabajo que puedas crear.