Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
A diferencia de otras profesiones, el creativo no vive para al fin de semana, vive para cada día porque sabe que tiene la fortuna de invertir su tiempo en algo que le apasiona.
Su día favorito usualmente son los lunes, ya que es cuando con más facilidad puede volver a su trabajo.
Esto no quiere decir que no disfrute salir el fin de semana, solo significa que disfruta más vivir y trabajar por sus sueños y metas.
Sin embargo, la vida del creativo no es felicidad todo el tiempo. Al igual que todas, está llena de problemas.
La diferencia recae en que el creativo entiende que los problemas que experimenta son los que él decidió tomar, pues vienen incluidos en su estilo de vida.
Por esta razón, el creativo asume las responsabilidades de sus decisiones y acciones, y enfrenta las consecuencias valientemente, ya que tiene la certeza de que con su propio trabajo es capaz de cambiarlas.
El creativo sabe que sus resultados tienen una relación directa con la cantidad de esfuerzo, trabajo y tiempo que le invierta al proceso, así que lo disfruta porque le ve un sentido muy claro.
El gran regalo de la vida creativa es que al disfrutar lo que hace, el proceso se transforma en la recompensa.