Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
Lo único que realmente puedes controlar es la calidad de tu trabajo. Es decir, la cantidad de tiempo y esfuerzo detrás del contenido de lo que sea que estás creando.
Todo lo demás pasa a segundo plano y no depende del todo de ti. Tú no puedes controlar si tu canción será un éxito o si ofendió a la gente. Tú solo puedes controlar que lo que estás publicando sea de una calidad que a ti te haya dejado satisfecho.
Habiendo dicho esto, lo único que merece tu atención es la calidad de tus obras, así que debes de enfocar todas tus energías en procurar que esta sea buena.
Debes de invertir tus fuerzas en investigar, trabajar y refinar tus obras para obtener un resultado que te satisfaga.
El autor Ryan Holiday, en el día del lanzamiento de su primer libro, comenzó a trabajar en su segundo en lugar de preocupase por la respuesta que iba tener el público ante su trabajo.
Este tipo de confianza solo se puede lograr cuando sabes que diste tu mejor esfuerzo en lo que hiciste y que lo que resta no depende de ti.
Esto no quiere decir que tu trabajo será perfecto y no tendrá errores. Significa que lo que creaste tiene un respaldo en su valor con base a todo el esfuerzo, trabajo y pasión que le invertiste, y eso justifica su existencia.
Así que de lo único de lo que te debes preocupar la siguiente vez que crees algo es que hayas estudiado, aprendido de tus errores y que le hayas invertido tu mayor esfuerzo para crear la mejor versión de lo que sea que quieras crear.
Sí así lo es, entonces tranquilo, tu esfuerzo habrá valido la pena y lo demás no depende de ti.
