Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
La mayor parte del proceso de escritura se encuentra en tomar ese primer bosquejo y pasar el tiempo como maniaco editando y reescribiendo de mejor manera lo que hiciste la vez anterior.
Me encanta esta frase porque describe metafóricamente y literalmente el proceso de creación de una obra de arte.
La mayor parte de escribir un libro realmente no consiste en escribir una historia y esperar a que sea buena por sí misma.
La mayor parte del proceso de escritura se encuentra en tomar ese primer bosquejo y pasar el tiempo como maniaco editando y reescribiendo de mejor manera lo que hiciste la vez anterior.
Esto es aplicable para todo proceso creativo, pues el trabajo más importante se encuentra en editar y manipular el bosquejo inicial.
En el cine, la magia de una película no se hace en la grabación, pues en ella solo se capturan las escenas individualmente. La verdadera magia se realiza cuando entra a la etapa de edición, ya que ahí es en donde se ejecuta el proceso de integración y se escoge qué incluir y qué desechar en el filme.
Una de las habilidades más importantes que debes adquirir es la de tomar este tipo de decisiones para delimitar el alcance de tu trabajo.
Un buen creativo debe de saber distinguir qué material incluir y qué desechar en su obra. Esto para que su trabajo sea lo suficientemente completo para ser relevante, pero no muy largo que parezca aburrido o repetitivo.
Crear no necesariamente es solo crear, crear es, más que nada, un proceso de transformación.