Este fin de semana tuve la fortuna de vivir una experiencia inolvidable: asistir al evento de la UFC en conmemoración del Día de la Independencia de México, todo gracias a una invitación de Howler Head. Pero más que un simple evento de artes marciales mixtas, fue una manifestación vibrante de la cultura y el espíritu mexicano, incluso estando lejos de casa, en Las Vegas, Nevada.
El cartel de la noche estaba plagado de talento mexicano, una clara muestra de que nuestra cultura y pasión trascienden fronteras. Entre los momentos destacados se encuentra la actuación de mi amigo Edgar Chairez. Aunque su pelea terminó en una decisión sin resultado debido a un error del árbitro, estoy seguro de que volverá más fuerte en su próxima contienda.
Asimismo, presencié la victoria de Daniel Zelhuber, a quien había conocido un año atrás, justo cuando firmaba su contrato con la UFC. Y sin olvidar a Raúl Rosas, este joven de apenas 18 años que ya se está posicionando como la próxima gran figura de las artes marciales mixtas en México, gracias a un knockout impresionante.
La cereza del pastel fue la pelea estelar entre Alexa Grasso y Valentina Shevchenko. Después de una guerra que duró los cinco rounds completos, la decisión de los jueces fue un empate, permitiendo a la campeona mexicana retener su título. La incertidumbre llegó cuando, habiendo apostado por primera vez en un evento deportivo, no sabía qué sucedería con mi apuesta debido al empate. Afortunadamente, el casino me devolvió mi dinero, lo que solo añadió a la euforia del momento.
Pero lo que selló este fin de semana como una de las experiencias más memorables de mi vida fue el increíble concierto de Alejandro Fernández, culminando con "El Grito" de la Independencia. A pesar de estar físicamente lejos de México, nunca me sentí más cerca de mi tierra y mi gente.
Este fin de semana me confirmó algo que siempre he creído: que las fronteras geográficas son cada vez más irrelevantes cuando se trata de cultura y comunidad. Rodeado de compatriotas apasionados y talentosos, me sentí en casa, reafirmando el orgullo que siento de ser mexicano.
Gracias, Howler Head, por la invitación a este evento inolvidable. ¡Viva México!