Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
Entender que una cantidad de trabajo es lo único que te separa del lugar en donde quieres estar es una realización muy poderosa.
Quizás suena un poco cliché, pero si realmente crees que con tu trabajo puedes alcanzar tus objetivos en la vida, entonces no necesitas más motivación que ese entendimiento para ejecutar tus ideas.
Me cuesta mucho trabajo sentir empatía con personas que dicen que no tienen la motivación suficiente para hacer sus proyectos.
Creo que su verdadero problema no se encuentra en su falta de motivación, sino que en el hecho de que eso que dicen querer no les interesa tanto como lo piensan.
Porque si en verdad comprendieran que trabajando pueden llegar a ser eso que aspiran, o cuando menos a ser una mejor versión de ellos mismos, y aún así no lo hacen, entonces quizás no tienen tantas ganas de ser eso que dicen querer ser.
Escribiendo creas un libro, componiendo y grabando creas un disco, entrenando corres un maratón.
No hay otra forma de hacerlo y no hay mejor motivación que entender esto.
El hecho de avanzar en la vida haciendo lo que te gusta, debe ser la principal motivación para seguir trabajando. Así que no te rindas, te prometo que el esfuerzo vale la pena.