Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
Limitarte se traduce en libertad y en tiempo para trabajar en lo que realmente importa de tus obras.
El minimalismo celebra la idea de vivir con poco pues, según la paradoja de la decisión, tener muchas posibilidades te hace sentir atrapado. A la hora de crear tus obras, debes de aplicar esta misma premisa en estas dos vertientes:
Primero, debes de ser minimalista a la hora de escoger tus herramientas de trabajo y solo quedarte con las que en realidad necesites y le aporten algo distinto a tu proyecto.
Evita llenarte de instrumentos innecesarios que compliquen tu flujo de trabajo, haciendo más complejo el proceso de elección. Quédate solo con las herramientas que hagan bien el trabajo y sácales el mayor provecho.
El minimalismo te orilla a mejorar tu proceso de creación, pues al limitar tu cantidad de herramientas, podrás asegurar que las que escojas merecen un lugar dentro de tu proceso, haciéndolo mucho más eficiente.
Segundo, debes de ser minimalista al trabajar en tus proyectos. Trabaja solamente en los detalles que valgan la pena y evita obsesionarte con los que no. Abstente de gastar horas en detalles que solo tú notas y dedica tu tiempo y esfuerzo a los que son cruciales para que tu obra exista.
El minimalismo te ayuda a administrar y a valorar tu tiempo e impide que caigas en el perfeccionismo, ya que te incita a no obsesionarte con detalles que no sean cruciales y a enfocarte en los que de verdad lo son.