Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
Dice el autor Tim Ferriss que “si haces algo que le guste a todo mundo, será algo que nadie amará”, y tiene mucha razón.
Algunos creativos tienen miedo a hacer enojar a otros con su trabajo. Esto ocasiona que hagan proyectos que, en su mente, complazcan a todos y respeten todos los puntos de vista.
Esto es un error garrafal, porque la única manera de hacer un trabajo así es cuando no propones nada, y un trabajo sin propuesta es basura.
Proponer una idea, por definición, es desafiar otras ideas, y no todos lo toman de la mejor manera. Incluso cuando sus ideas son “malas”, como ideas racistas, sexistas, discriminatorias, etc.
Te lo voy a poner simple, recibir odio no es divertido, pero es un mal necesario dentro de esta carrera.
Recuerda que incluso al hacer un proyecto “bueno”, como ayudar a las víctimas de alguna tragedia, harás enojar a alguien porque en el mundo existen personas “malas”.
Así que deja de preocuparte por lo que piensen esas personas.
Siempre que propongas una idea estás abierto a recibir odio por parte de personas que no comparten tu punto de vista.
No pasa nada, mantén una mente abierta, aprende cuando te equivoques y hazte fuerte.
Los haters más ruidosos son los más inseguros.