Este artículo originalmente apareció en mi libro Creativo: 100 consejos para vivir de tu arte.
A lo largo de tu vida crearás muchos proyectos que quizás, a simple vista, no parecerán tener una relación o una temática en común.
Sin embargo, estos trabajos, vistos en retrospectiva, muestran la relación que tienen entre ellos tan clara como el agua.
Tú eres la temática en común de todos estos proyectos. Tu voz es lo que une a todos tus trabajos y sus genes no los dejan mentir.
Así que no tengas miedo de experimentar con proyectos que “no tienen nada que ver con lo que has hecho antes” por miedo a confundir a tu audiencia o cambiar tu imagen.
Tu nuevo proyecto, por más diferente que parezca, tiene algún parentesco con todos tus proyectos anteriores porque tú lo creaste.
Dicen que el creativo tiene la maldición de solo poder crear sobre sí mismo.
Así que por más que intentes alejarte de tu voz y de tus influencias pasadas con nuevas, siempre existirá un camino de regreso que estará apuntando directamente hacia tu cabeza.
Tú eres el factor común de todas tus obras. Entonces no te preocupes por la relación que haya entre tus obras, ya que por más diferentes que parezcan, en retrospectiva existirá un vínculo muy fuerte entre ellas: tú fuiste el que las creó.
