Llevo casi un mes usando los nuevos Meta Smart Glasses, la colaboración que hicieron con Ray-Ban, y me han parecido increíbles. Hacía mucho que no interactuaba con una pieza de tecnología que se integrara tan rápidamente a mi vida diaria y que se convirtiera en parte esencial de mi rutina.
Entiendo que mucho de esto se debe a que me dedico a grabar, editar y producir videos, pero la conveniencia de tener unos lentes que hagan esto sin fricción, que además se vean bien y se oscurezcan al sol gracias a su función de fotocromía, los hace imprescindibles.
Además, tienen audífonos integrados con excelente calidad de sonido para escuchar música, videos o notas de voz en cualquier lugar, sin necesidad de ponerme audífonos adicionales. Todo esto los ha convertido en un accesorio indispensable cuando estoy fuera de casa, especialmente en mis viajes.
Este descubrimiento me ha hecho reflexionar bastante sobre el futuro de la tecnología y cómo podría evolucionar. Creo que estos smart glasses seguirán creciendo en popularidad y podrían llegar a ser tan comunes como los smartwatches lo son hoy en día, o incluso más. Lo interesante es que estamos apenas en las primeras generaciones de esta tecnología, lo cual significa que su potencial es enorme.
Recientemente me encontré con un video de MKBHD que habla precisamente sobre este tema, sobre el futuro de los smart glasses, incluyendo el desarrollo de mecanismos tipo pulsera para interactuar con ellos y cómo eventualmente podrían evolucionar hacia lentes de realidad aumentada.
Resulta fascinante ver la "carrera" que se está gestando entre las empresas que desarrollan estos lentes inteligentes y las que están enfocadas en los headsets de realidad aumentada. ¿Quién logrará llegar primero al producto perfecto, aquel que logre combinar lo mejor de ambos mundos en un dispositivo ligero, bonito, cómodo y con la capacidad de mejorar nuestra realidad cotidiana?
La posibilidad de acceder a información biométrica en tiempo real, como la presión arterial, el ritmo cardíaco, la calidad del sueño, o la oxigenación, hace que el futuro sea aún más interesante. Nos acercamos a una realidad donde podríamos tener un "tablero" de datos similar al de un videojuego en primera persona, con indicadores de salud y estado físico. Sin duda, el futuro es emocionante.